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El implante capilar es la solución quirúrgica más avanzada para recuperar el cabello y una de las intervenciones más demandadas en las clínicas de cirugía estética debido a sus grandes resultados y comprobada efectividad.
Gracias a este tipo de tratamiento, a partir de los 20 años es posible recuperar para siempre el pelo perdido y son muchas las personas que han podido poner fin a sus problemas de alopecia.
De hecho, el implante capilar ha significado un antes y un después en la vida de los pacientes, ya que se trata algo mucho más que un tema solo de estética. Estos pacientes han recuperado la autoestima y el bienestar emocional que se vieron afectados por la pérdida de su cabello.
En este post, te contamos en qué consiste este tratamiento tan valorado en la cirugía estética y cómo procede su evolución tras la intervención hasta el resultado final.
Lo primero que se realiza es un examen del paciente y un historial clínico para ver si es factible o no. Esto se debe a que no todo el mundo puede realizarse un implante capilar, ya que existen varios factores que influyen en la posibilidad del tratamiento, como la salud general del paciente o incluso el tipo de alopecia que presente.
Entonces, ¿existe un perfil idóneo del paciente de un implante capilar? Sí, así es. Y los requisitos que debe cumplir una persona para realizarse un implante o un trasplante capilar son:
El implante capilar se realiza sobre todo a aquellas personas que los tratamientos cosméticos no fueron lo suficientemente efectivos o no se aplicaron a tiempo. En este sentido, el implante capilar se recomienda en aquellos casos en que falte pelo en una zona donde se considera normal y visible y siempre y cuando el pelo no pueda volver a aparecer en esa zona de forma natural o mediante tratamiento médico. En caso de que se pueda realizar el implante capilar, a continuación se diseña el área a repoblar y se coloca el cabello artificial en los folículos que estén muertos.
En el caso de ser un trasplante o injerto capilar, se retiran una multitud de unidades foliculares, hasta cinco mil, de las zonas más pobladas y densas del cuero cabelludo para, posteriormente, implantarlo en las zonas despobladas.
Tanto el implante capilar como el trasplante son cirugías estéticas que se realizan habitualmente debido a sus importantes ventajas, la cuales son:
Al microinjerto de tipo estético ahora se suma el “reparador” con el que se logra poblar zonas post-traumáticas en adultos o niños (como quemaduras, cicatrices, etc).
Son varias las dudas que suelen surgir en torno al tratamiento para recuperar la densidad del cuero cabelludo. Por ejemplo:
Los trasplantes capilares tienen una cronología concreta que varía un poco dependiendo del paciente. Pero, como normal general, presentan un mismo aspecto según vayan pasando los días, semanas y meses.
En los primeros días el cuero cabelludo muestra los síntomas habituales de un trasplante capilar que acaba de realizarse. Por tanto, es normal que aparezcan pequeños coágulos de sangre en el área implantada, aunque no resultan un inconveniente ya que desaparecen en una semana aproximadamente con los lavados.
Entre otros síntomas que pueden surgir en esta fase, es habitual también que la cabeza presenta una leve hinchazón por el suero, la anestesia y la banda elástica que se coloca sobre los ojos y que evita que la anestesia se extienda hacia la cara.
Además, concretamente en área donante, se puede experimentar una ligera irritación, lo cual puede aliviarse eficazmente con suero salino o paracetamol si la molestia es algo más notable.
También es normal sentir un poco de rigidez o falta de sensibilidad en la zona donante, que desaparece con el tiempo, y que aparezcan pequeños granos en la misma zona durante los primeros meses, ya que son pelos que están intentando salir nuevamente.
Otro de los síntomas que pueden aparecer en estos primeros días tras el injerto capilar es una cierta descamación en la zona receptora del cabello y se puede aplicar un ungüento o gel de aloe vera.
Tanto en la zona donante como en la implantada, es habitual también que se produzca un leve hinchazón algo enrojecida hasta que se caen las costras, las cuales empiezan a caerse a partir del séptimo día y es de suma importancia no retirarlas ni rascarlas.
No hay que preocuparse si se ve aún la pérdida de cabello, pero no de los folículos, puesto que es completamente normal. En lo que sí hay que prestar especial atención es en la aparición de un posible infección en el área donante que, en cuyo caso, se debe de acudir al médico para recibir las recomendaciones y los antibióticos necesarios que frenen la foliculitis.
En esta fase, entre el día 15 o 20 hasta el primer o segundo mes, algunos pacientes presentan una cierta pérdida del pelo trasplantado. Este hecho no es alarmante ya que forma parte de la fase telógena, conocida como la fase de reposo.
Esta implica una leve caída del cabello que se implanta debido a que los folículos se desprenden del cabello. Resulta un síntoma normal y el cabello implantado volverá a crecer al cabo de unos días o semanas y una vez que crezca no volverá a caer, lo cual se conoce como fase anágena.
Es justo después de los 2 meses, cuando se ha producido la fase telógena en la que se produce cierta caída del cabello implantado, cuando se da paso a la fase anágena, cuando empieza el tercer mes.
He aquí la respuesta a la gran pregunta que suelen hacerse los pacientes de injetor capilares, cuándo empiezan a notarse los resultados del trasplante. Después de unos tres meses es cuando el pelo crece de manera constante, siendo en un principio algo más delgado y débil, para volverse más fuerte y grueso con el tiempo.
Es a partir del quinto y sexto mes cuando realmente se aprecian los resultados del injerto capilar ya que se produce un rebrote del cabello implantado, con pelo mucho más grueso y largo que suele medir entre cinco y siete centímetros. Por tanto, es en esta fase en la que empieza a salir realmente la densidad capilar que espera y desea el paciente.
El cabello continuará con su proceso de crecimiento y fortalecimiento y a partir del octavo o décimo mes será cuando el implante se encuentre al 90% de alcanzar su resultado definitivo.
Tras un año de haberse realizado la cirugía del trasplante capilar el paciente ya puede ver el resultado final que tanto deseaba. Tras los doce meses, el cabello presenta un aspecto completamente normal. Y lo cierto es que si el tratamiento y su postoperatorio se han realizado adecuadamente, no se pueden diferenciar los pelos implantados del resto del cabello.
Puede ocurrir que en algunos pacientes el proceso de evolución del injerto capilar sea algo más lento y podría alargarse hasta los quince o dieciocho meses, pero nada más. Además, existen remedios que ayudan a acelerar el proceso de crecimiento del pelo durante la evolución del tratamiento.
Para ello, se puede aplicar un 5% de minoxidil una o dos veces al día tras las tres semanas de haber realizado el procedimiento. Como también se puede recurrir a la terapia de luz láser de baja intensidad que ayuda a la aceleración de la cicatrización y el crecimiento del cabello, ya que ralentiza en un 70% u 80% la pérdida del cabello que pueda darse durante la evolución del trasplante y facilita el engrosamiento del cabello en un 40%.
En cualquier caso, todas las medidas que se quieran tomar para facilitar la evolución del implante capilar debe consultarse con el especialista, ya que cada caso es particular y debe estudiarse individualmente para hacer una valoración adecuada y acorde con las necesidades del paciente.
Y ante cualquier duda, pregunta o inquietud que te pueda surgir, contacta con nosotros sin dudar. En la Clínica Estética del Doctor Sierra contamos con un equipo de especialistas comprometidos y una amplia experiencia en todo tipo de cirugías estéticas y estamos encantados de atenderte.