La cirugía de aumento de pecho es la más solicitada, no solo en nuestra clínica de cirugía en Madrid, sino también a nivel mundial; por ello, es también de las intervenciones que más consultas genera. Una de las preguntas más habituales es cómo afectan los implantes de pecho a la espalda: ¿Es frecuente el dolor de espalda tras el aumento de pecho? ¿Puedo operarme si tengo problemas de espalda?
En este post queremos dar respuesta a estas y otras preguntas sobre la espalda y el aumento de pecho.
¿Es normal el dolor de espalda tras el aumento de pecho?
Como ocurre en cualquier otra cirugía, las pacientes que se someten a un aumento de pecho pueden experimentar algunas molestias tras la cirugía. El dolor de espalda puede ser uno de ellos, y son más frecuentes en los implantes que se insertan bajo el músculo.
Por suerte las molestias desaparecen con el tiempo a medida que el cuerpo se adapta y se siente más cómodo. También se pueden utilizar medicamentos para acelerar el proceso de relajación de los músculos tensos y reducir el dolor a corto plazo.
Sin embargo y por lo general, los implantes mamarios no deberían causar problemas de espalda a largo plazo. Todo depende del tamaño de las prótesis. Si una mujer se pone implantes demasiado grandes para su constitución, podrían surgir problemas de espalda debido al peso adicional. Pero es inusual que este tipo de problemas aparezcan inmediatamente después de la cirugía, pudiendo pasar algún tiempo hasta que aparezca el dolor de espalda.
A continuación repasamos las posibles causas de la relación entre implante de senos y dolor de espalda.
Posibles causas del dolor de espalda por implantes de senos y cómo tratarlas
Molestias postoperatorias
Los dolores postoperatorios suelen aparecer en la parte superior de la espalda. Esto se debe a que los músculos pectorales, bajo los cuales se colocan los implantes, están directamente conectados con el dorsal ancho y otros músculos de la espalda. El dolor se produce cuando estos músculos se estiran debido a los implantes. Pero como dijimos antes, estas molestias desaparecen al poco tiempo. El cirujano puede recomendar el uso de analgésicos o la realización de ejercicios durante algunos días.
Cambios posturales
Las pacientes suelen referir dolor de espalda o de cuello inmediatamente después de la cirugía y esto se debe a la tensión de los músculos que se flexionan por reflejo, o a una mala postura al dormir.
Las posturas naturales para dormir a las que están acostumbradas la mayoría de las mujeres se ven alteradas, ya que se les aconseja que no se acuesten de espaldas o de lado durante el postoperatorio. En los días posteriores a la operación, se aconseja a las mujeres que duerman en una posición semiincorporada, lo que introduce tensiones perjudiciales para la espalda. También es habitual que las mujeres que se han sometido a un implante mamario en el pasado inmediato caminen con los hombros encorvados hacia delante, lo que agrava aún más su dolor de espalda.
En la mayoría de los casos, habrá molestias durante unas semanas después de la intervención, pero estas sensaciones seguirán mejorando a medida que el cuerpo se adapte a los nuevos cambios. Una vez que se restablece la movilidad y la relajación normales, es de esperar que el dolor de espalda se resuelva. Para acelerar la recuperación es buena idea acudir al fisioterapeuta. Unos ligeros estiramientos y la concienciación postural suelen ser suficientes para solucionar estos problemas.
Las etapas de recuperación de los implantes mamarios pueden variar de una paciente a otra, por lo que es fundamental atenerse a las recomendaciones específicas del médico.
Peso de los implantes
Las pacientes que se someten a cirugías de aumento de pecho con implantes de tamaño superior al normal pueden esperar algún dolor de espalda tras la intervención debido al peso añadido de los implantes. El efecto de la gravedad en los implantes extremadamente grandes puede alterar el contorno y el aspecto del tejido mamario circundante. Aunque lo normal es que el cirujano haga un estudio previo de la paciente y establezca cuál es el tamaño adecuado del implante en función de los objetivos estéticos de la paciente y de su capacidad anatómica.
Entre los factores importantes que hay que tener en cuenta a la hora de seleccionar un tamaño de implante adecuado destacan los siguientes:
- Tipo de cuerpo
- Altura, peso y tamaño
- Tamaño actual del pecho
- Elasticidad de la piel
- Grosor de la piel
- Estilo de vida
- Objetivos personales
¿Cuál es el límite para evitar esos problemas de espaldas? Algunos especialistas sostienen que los implantes mayores de 500 centímetros cúbicos pueden dar problemas de espalda y cuello, similares a los causados por pechos naturalmente grandes. En cualquier caso, si estás pensando en aumentar tu pecho, el cirujano podrá asesorarte sobre qué volumen de prótesis escoger para conseguir un buen resultado estético sin comprometer la salud de tu espalda.
El tamaño de los implantes mamarios se mide en centímetros cúbicos (cc), en lugar del tamaño de la copa. Para tener una referencia, ponerse una prótesis de 130 150 cc equivale a un aumento del tamaño de copa del sujetador. Así que puedes hacerte una idea aproximada de cuántas copas vas a aumentar con una prótesis de 250, 300, 400… dividiendo el número de centímetros cúbicos de la de la prótesis entre 140 cc. Es importante tener en cuenta que el mismo tamaño de implante puede tener un aspecto completamente diferente de una paciente a otra.
En caso de que el peso de los implantes esté dando problemas, la paciente puede acudir a un fisioterapeuta que seguramente le mande ejercicios para fortalecer su espalda. Si los problemas de espalda persisten, la solución puede ser retirar los implantes (explante) y sustituirlos por unos de menor tamaño.
Cabe la pena mencionar que las mujeres que sufren problemas de espalda por tener pechos grandes de forma natural pueden encontrar alivio a sus problemas mediante la reducción de pecho.
¿Puedo hacerme un implante de pechos si sufro dolor de espalda?
Ya hemos visto cómo los problemas de pecho tras la mamoplastia, en caso de aparecer, suelen desaparecer naturalmente. Pero, ¿qué pasa cuando la paciente sufre dolor de espalda antes de pasar por quirófano? ¿Es recomendable que se opere?
Antes de hablar sobre la idoneidad de someterse a una cirugía de pecho en el caso de sufrir dolor de espalda conviene puntualizar que en lo que a cirugía plástica y estética se refiere es difícil partir de la generalidad, y hay que atender de forma personalizada a cada paciente.
Dicho esto, lo primero a tener en cuenta es conocer el origen de este dolor de espalda, ya que solo a través de esta información podremos elaborar una solución válida: en ocasiones, ejercicios específicos que trabajen la musculatura de la espalda y determinadas sesiones de fisioterapia son suficientes para corregir la situación. Hay que destacar que esto ha de hacerse antes de afrontar la operación de aumento de senos, si así se decidiera, dado que el postoperatorio es incompatible con una carga elevada de actividad física durante, al menos, un mes y medio.
También es preciso que el cirujano atienda a las características específicas de la anatomía de la paciente en aras de que la elección del tamaño de los implantes sea acorde y evitar la aparición de problemas en dicha zona.
En el supuesto contrario, si el dolor de espalda responde a problemas de mayor gravedad (una hernia, escoliosis, etc.), será necesario consultar a un traumatólogo que valore si una intervención de aumento de pecho está contraindicada, aún en el supuesto de que el cirujano haya tenido en cuenta las dolencias a la hora de la elección del implante.
Si sufres problemas de espalda y te preocupa que una cirugía de aumento de pecho pueda aumentar el dolor en esa zona, la mastopexia o elevación de pecho puede ser una mejor opción. Aunque una elevación de senos no aumentará el tamaño de la copa, moverá el pecho más arriba en la pared torácica y contrarrestará el aspecto caído que a veces se produce con la lactancia o el envejecimiento.
La conclusión final que podemos sacar de todo ello es que bien merece la pena un estudio exhaustivo de cada persona, además de la profesionalidad y el bagaje con que cuente la clínica y, en concreto, el cirujano, realizando este tipo de operaciones: en el caso de elegir nuestra Clínica de Cirugía Estética Ruber en Madrid, la paciente podrá estar tranquila, pues estará en la mejores manos.