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Estamos acostumbrados a leer noticias que hablan del impresionante potencial turístico de España, que ya es el segundo país más visitado del mundo solo por detrás de Francia, y asociamos, con razón, este dato a nuestras playas, gastronomía, clima…etc. Sin embargo, hay otro sector que también está atrayendo cada vez a más visitantes: la cirugía estética.
Nuestro país ocupa el octavo puesto en el ránking mundial de destinos médicos, ye se prevé que los guarismos que lo han hecho posible se mantengan al alza según los datos que recientemente ha hecho públicos el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS). Según este ente, el crecimiento interanual en este sentido es el equivalente a una quinta parte del total, vaticinando la llegada de aproximadamente 150.000 extranjeros con a nuestro territorio con el propósito se someterse a algún tipo de intervención, bien sea en un centro clínico o privado, en 2018. Estas cifras, dadas a conocer a colación de la celebración de FITUR, también prevén que los ingresos foráneos que se quedarán en España debido a estos tratamientos rondarán la cifra de 1.000 millones de euros.
Según Manuel Vilches, director general del IDIS, los turistas médicos que vienen a nuestro país se encuentran con “Una altísima calidad sanitaria, totalmente contrastada, en un entorno muy agradable”. También queda de manifiesto el prestigio de los profesionales públicos y privados de la sanidad española, aunque en nuestro debe aún queda el vender mejor el extraordinario servicio médico de nuestro país más allá de nuestras fronteras.
Cabe señalar que los diferentes tipos de cirugía que han hecho posibles estos datos responden a diferentes especialidades, aunque destaca la cirugía plástica, un área en la que somos el tercer país del mundo junto con Estados Unidos y Brasil; la cirugía de aumento de pecho o la rinoplastia son algunas de las especialidades más demandadas.
El perfil que mejor responde al turista médico tipo es el de persona de alto poder adquisitivo, las más de las veces europeo, pudiendo observar un incipiente crecimiento de pacientes del este del continente y de países árabes.