Podemos asegurar que, en España, la cirugía estética goza de gran aceptación, a tenor de las cifras de SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética), pues con 65.000 intervenciones anuales somos el país donde más cirugías de naturaleza estética se practican en toda Europa. Sin embargo, y a pesar del dato, también somos muy amigos de creencias acerca de la cirugía estética, o, en concreto, de algunas especialidades, lo cual puede equivocar nuestro criterio a la hora de tomar la decisión de someternos a algún tipo de tratamiento o no hacerlo.
En Clínica Ruber Castro Sierra no queremos que esto ocurra, y, además de ofreceros una primera consulta gratuita con la que resolver vuestras dudas, de forma personalizada, vamos a desterrar alguna de estos mitos equivocados:
Los retoques en nuestro rostro hacen que nuestro rostro se desfigure. La profesionalidad y experiencia del especialista son aquí fundamentales, así como que los materiales que se utilicen para, por ejemplo, rellenos faciales, sean de la máxima fiabilidad.
La cirugía plástica es superficial. Los beneficios a nivel de moral y autoestima que sufre el paciente tras la cirugía estética son notorios, y le permiten desarrollar una vida social plena.
Cirugía estética equivale a cicatriz. Aquí también es fundamental la pericia del cirujano, pues sabrá dónde y cómo practicar una incisión con el objetivo de que, tras la cirugía, apenas se note.
La cirugía estética es dolorosa. Los plazos de entrada a la clínica, así como los del postoperatorio, cada vez son menores, y los métodos utilizados en las intervenciones son cada vez menos invasivos.
La cirugía estética se asocia solo a la mujer. Cada vez son más los hombres que deciden acudir a la cirugía estética para mejorar su zona abdominal, que se someten a una ginecomastia o que rejuvenecen su aspecto.