La célebre cita “somos lo que comemos”, acuñada por un antropólogo y filósofo alemán en el siglo XIX, es sin duda uno de los dogmas universales a tener en cuenta si queremos cuidar nuestra salud. Sin embargo y en la misma línea, también se nos podrían ocurrir otras frases similares, como ”somos lo que hacemos”, en referencia a unos hábitos de vida saludables, o una cuyo sentido encontraríamos tras un reciente estudio realizado por la Asociación Británica de Quiroprácticos, “somos lo que vestimos”, en alusión a cómo la utilización de determinadas prendas de ropa pueden afectar negativamente a nuestra salud.
Si nos referimos a dolores de espalda, hasta una tercera parte de ellos son causados por la utilización de pesadas parkas con grandes capuchas, o por zapatos con tacones muy pronunciados; en este último ejemplo, un mal apoyo de nuestra base (los pies) se traduce en una carga acentuada e inadecuada de la parte baja de la columna.
En cuanto a los bolsos, si estos son demasiado pesados, la relación de peso entre un hombro y otro se traducirá también en problemas para nuestra espalda, por lo que es aconsejable que este no sea muy pesado de por sí, e intentar llevar en su interior solamente lo indispensable.
Según el estudio citado, incluso los pantalones vaqueros muy ajustados pueden ser negativos para nuestra salud, pues la presión que ejercen no deja que la circulación de la sangre sea la adecuada, especialmente en caderas y rodillas
No es necesario dejar de utilizar nuestros pantalones, zapatos o bolso preferidos, pero este estudio sí nos enseña que, en el caso de la ropa que vestimos, también es importante utilizar según qué prendas con cierta moderación