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Corregir quemaduras mediante cirugía es posible, aunque es importante advertir que lo habitual es atenuar este tipo de marcas, en lugar de eliminarlas de forma permanente.
En la clínica estética del doctor Castro Sierra llevamos a cabo cirugías de corrección dérmica en personas que tienen señales por quemaduras.
Una quemadura es una lesión producida en los tejidos de la piel provocada por distintas causas, como el impacto solar, sustancias químicas, contacto con superficies a altas temperaturas, gases, electricidad y otras causas.
En función de su impacto, distinguimos tres tipos de quemaduras:
A la hora de corregir quemaduras mediante procesos quirúrgicos, hay que tener en cuenta la profundidad de la quemadura, pero el resultado solo será visible en la capa visible de la piel.
Cuando se produce una quemadura, las señales visibles pueden ir desde la rojez en el caso más leve, hasta la aparición de ampollas y cicatrices. En los casos más severos, una quemadura puede provocar un shock, e incluso puede provocar la muerte.
Las quemaduras en las que aparece una ampolla, pueden derivar en una señal temporal o permanente, es en estos casos en los que la cirugía puede atenuar la señal visible.
Es importante advertir que durante los momentos inmediatamente posteriores a la quemadura, es imprescindible que sea un médico especialista quien evalúe las consecuencias y, en caso necesario, prescriba un tratamiento que puede incluir cremas y antibióticos. La limpieza de la herida durante el proceso de cicatrización también será importante para proteger la salud del paciente y evitar señales visibles.
En términos generales, cualquier persona que haya sufrido una quemadura visible puede pasar por un proceso quirúrgico, que dé como resultado una corrección total o parcial de la zona lesionada, sin embargo, hay que tener en cuenta algunas precauciones.
Las cicatrices provocadas por quemaduras tardan en asentarse. No es recomendable que una persona que ha sufrido una quemadura se someta a una cirugía en los 12-18 meses posteriores. En este tiempo, la piel puede sufrir cambios y por tanto, el resultado de la cirugía puede variar en base al desarrollo de curación de la piel, por eso es recomendable esperar entre un año y un año y medio, antes de plantear una cirugía de corrección.
En cuanto a la edad de los pacientes, no existen restricciones, es responsabilidad del propio cirujano determinar la adecuación del paciente para este tipo de cirugía en función de su edad.
La cirugía para corregir quemaduras es muy diferente en los casos de quemaduras leves, respecto a la corrección que llevamos a cabo en casos graves que, por ejemplo, incluyen el injerto de piel.
Las operaciones para atenuar pequeñas quemaduras se suelen llevar a cabo mediante una escarectomía tangencial, basada en una eliminación secuencial de la escara, hasta que encontramos una capa de tejido viable. Este proceso es sencillo y está indicado para quemaduras de muy poca profundidad.
Otra opción para quemaduras de primer y segundo grado es la escisión hasta la fascia, en este proceso se elimina la escara y el tejido celular completo, hasta un nivel supraaponeurótico.
Para evitar hemorragias y otras complicaciones, es imprescindible que la superficie sobre la que actuamos no sea muy amplia.
Es importante que el especialista lleve a cabo una evaluación previa, en la que determine la profundidad de la lesión cutánea, para optar por la solución más adecuada.
El injerto de piel es un parche cutáneo que se extrae del cuerpo del propio paciente, para a continuación, trasplantarlo en otra área.
Para llevar a cabo este proceso será necesaria una anestesia general, a continuación, se define el sitio donante, que es la zona de la que vamos a extraer la parte de la piel sana que nos va a ayudar a atenuar las marcas visibles. Habitualmente extraemos dos capas de piel, incluyendo la epidermis y la dermis, tomadas de zonas menos visibles como la parte interna del muslo o los glúteos.
La parte extraída se ubica sobre la zona lesionada, presionando suavemente mediante un vendaje grueso, puntos de sutura o grapas. Una vez finalizado el proceso, se cubre con un vendaje estéril durante unos días.
Es muy importante tener en cuenta una serie de recomendaciones que tienen que ver con el proceso postoperatorio en este tipo de intervenciones, entre las que destacan:
Actualmente, es posible actuar sobre las quemaduras directamente con láser para atenuar su visibilidad. Las técnicas actuales incorporan al menos 4 terapias diferentes, cuya eficacia se basa en procesos de aplicación láser.
La elección del proceso mediante láser depende de la perspectiva del especialista, que será quien deba tomar la decisión.
En la mayoría de los casos, la eliminación completa no es posible. Es importante advertir que lo común es reducir la visibilidad de la quemadura, pero en muy pocos casos se puede llegar a disimular por completo.
Esta diferenciación es muy importante, es fundamental que el cirujano sepa trasladar el resultado probable de la intervención al paciente. Actualmente, los métodos quirúrgicos son muy eficaces para reducir señales y cicatrices provocadas por quemaduras, pero aún hoy es complicado conseguir un resultado completamente homogéneo, en comparación con la piel no dañada.
En cualquier caso, no todos los fines de este tipo de intervenciones son estéticos, en muchos casos lo que se busca es una respuesta funcional, mejorando la elasticidad de la piel y por tanto, facilitando ciertos movimientos. Esta solución permite reducir el dolor o las molestias que se pueden generar en la piel que ha sufrido una quemadura.
Una de las zonas más delicadas a la hora de llevar a cabo una reconstrucción cutánea es la piel facial. En esta zona del cuerpo, la piel es especialmente sensible y por tanto, las quemaduras pueden ser más profundas.
¿Es posible reconstruir la piel facial dañada por una quemadura? Sí, se puede actuar sobre la piel quemada en la zona de la cara, pero es imprescindible que el especialista determine la mejor solución.
Como indicamos anteriormente, la piel de la cara es más fina que la piel del resto del cuerpo, además, en la zona de la cara conviven diferentes tipos de piel, por ejemplo la de los párpados, (especialmente sensible), la de la zona de las mejillas o la piel de la frente. Cada zona tiene unas cualidades diferentes, que van a resultar cruciales a la hora de determinar un tratamiento adecuado.
Al igual que en otros tratamientos quirúrgicos relacionados con quemaduras, en la mayoría de los casos no se consigue eliminar la cicatriz completamente, pero sí podemos reducir la presencia visible de la señal.
En la clínica estética en Madrid del doctor Castro Sierra te ofrecemos diferentes soluciones para casos en los que existen cicatrices visibles en la piel provocadas por quemaduras. El proceso comienza con un diagnóstico exhaustivo acerca del caso concreto del paciente, la salud de la piel y la superficie que vamos a tratar, para determinar la mejor solución.
Además del procedimiento quirúrgico, también llevamos a cabo un completo postoperatorio, con el que reducimos las molestias y podemos garantizar la permanencia de los resultados obtenidos tras la intervención.
Si tienes señales visibles debido a quemaduras, en la clínica estética Castro Sierra te ofrecemos una solución adaptada a tu caso. Ponte en contacto con nuestro equipo y solicita tu primera consulta.