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Que nuestro cuerpo pueda rechazar los implantes de pecho es una de las mayores preocupaciones que suscita una operación de aumento de pecho. Una de las primeras preguntas o primeros miedos. Estos pueden aflorar antes de llevar a cabo nuestra cirugía de pecho, es saber si nuestro cuerpo rechazará los implantes.
En este post trataremos las dudas más habituales sobre el rechazo de prótesis de pecho.
Como cualquier cirugía, el aumento de pecho tiene sus ventajas y sus riesgos. Es totalmente natural pensar en qué ocurrirá una vez dos cuerpos “extraños” sean implantados dentro de nosotros. Pero hemos de tener la plena seguridad y certeza que a día de hoy la fabricación de implantes así como su colocación es un gesto totalmente inocuo y aséptico para el cuerpo. Para ello se usan implantes construidos con materiales que impedirán que nuestro cuerpo pueda tener algún tipo de rechazo hacia ellos.
“Rechazo” es un término médico muy específico que se aplica al cuerpo que desarrolla una “reacción inmune” a algo, generalmente material biológico. La silicona es un material inerte por lo que no se rechaza. Se pueden perder los implantes o tener que retirarlos por otros motivos, pero es raro.
El mito de que podemos rechazar los implantes es totalmente falso. Los implantes son neutros para el cuerpo. Lo que puede ocurrir es una contractura capsular alrededor del implante. Esto puede hacer que los senos tengan una apariencia de dureza y firmeza. Pero esto tampoco sería un rechazo a la prótesis.
O sea, no es correcto hablar de rechazo de la prótesis de pecho como tal, pero sí puede haber problemas que producen el fracaso de los implantes mamarios. Veamos cuales son las razones más frecuentes de este fracaso.
Como acabamos de decir, los implantes mamarios no son rechazados por su cuerpo de la misma manera que un riñón trasplantado es rechazado. Esto se debe a que el implante no es un tejido vivo y está hecho de silicona. Aún así, el implante puede acarrear alguna reacción del organismo, como la ya mencionada contractura capsular.
Cuando se coloca un implante en el cuerpo, es normal que el organismo lo vea como algo extraño y cree una cápsula a su alrededor, como una barrera que lo mantiene separado de otras partes del cuerpo. Esta cápsula suele ser tan fina que resulta imperceptible.
La formación de tejido cicatricial es natural y esperable tras un aumento de pecho. La cápsula de tejido fibroso que se forma alrededor del implante lo mantiene en su sitio. La formación de la cápsula es también la forma que tiene el cuerpo de mantener el implante separado del resto del cuerpo, como un tipo de mecanismo de defensa.
Sin embargo, en ocasiones la cápsula se engrosa demasiado, y entonces hablamos de contractura capsular, que afortunadamente es poco frecuente (3% de los casos).
La contractura capsular hace que el pecho se endurezca y en ocasiones llega a deformarse y puede ser doloroso. En estos casos los implantes pueden extirparse y reemplazarse por otros.
En la mayoría de los casos, es más probable que se produzcan daños en un implante que el desgaste del propio implante. Tanto los implantes de silicona como los de solución salina pueden fallar, pero la forma en que fallan y los signos de fallo varían.
Como vemos la rotura del implante mamario es el problema más común tras la operación de aumento de pecho y resulta bastante infrecuente. Los últimos estudios apuntan a que en los implantes de 10 años la tasa de rotura es del 7-10%.
Al romperse el implante no suele hacerlo de forma explosiva (a pesar de los mitos de que las prótesis mamarias pueden estallar en pleno vuelo por culpa de la presión). Cuando hablamos de rotura piensa más bien en pequeñas fugas del interior del implante.
Dicho esto, podemos diferenciar entre dos tipos de rotura, según los dos grandes tipos de implantes que existen: los de silicona y los de solución salina.
En general, los implantes de silicona más antiguos tienen más probabilidades de romperse o fallar que los más nuevos. Los nuevos implantes de silicona están hechos de un gel cohesivo más avanzado que es menos probable que tenga fugas que las versiones más antiguas.
Cuando un implante de silicona se rompe, hay dos tipos de resultados posibles. El primero es la rotura intracapsular. Cuando se produce una rotura intracapsular, el gel de silicona se escapa del implante pero permanece en la cápsula, el tejido cicatricial que rodea el implante.
Si la silicona sale de la cápsula y se extiende a otras zonas del cuerpo, se produce una rotura extracapsular. La rotura extracapsular puede provocar la aparición de tejido cicatricial o puede causar irritación en otros tejidos. Sin embargo, no suele estar asociada a enfermedades u otros problemas de salud.
Mientras que un implante de silicona puede romperse silenciosamente, pasando desapercibido, la rotura de un implante de solución salina suele provocar cambios mucho más drásticos y generalmente es más fácil de detectar.
Cuando un implante mamario de solución salina falla, el agua salada del interior del implante se escapa. Dependiendo de la rapidez con la que se escape el líquido, el implante puede parecer que se desinfla ante los ojos. Si la fuga es lenta, la paciente puede notar que el pecho afectado se hace cada vez más pequeño con el tiempo.
El agua salada es una sustancia inofensiva y el cuerpo humano la contiene de forma natural. Cuando la solución salina de un implante se escapa, el cuerpo acaba reabsorbiendo la solución salina, sin riesgo de complicaciones ni daños. Al igual que los implantes de silicona, los implantes de solución salina tienen más probabilidades de fallar cuanto más antiguos sean.
El riesgo de fracaso de los implantes, incluida la rotura, es relativamente bajo para la mayoría de las pacientes, incluso si los propios implantes se desgastan con el tiempo. Trabajar con su cirujano para supervisar sus implantes con imágenes le ayudará a detectar cualquier problema a tiempo.
Algunos implantes pueden hacer que la piel alrededor de los pechos parezca ondulada o arrugada. Los implantes salinos son más propensos a causar ondulaciones que los de silicona. La colocación del implante y la cantidad de tejido mamario que una persona tiene naturalmente también pueden contribuir a la formación de arrugas.
Aunque las arrugas no provocan el fracaso del implante, sí afectan a la estética de los pechos y pueden ser una razón para considerar el cambio de implantes.
Con el tiempo, la posición de los implantes en los senos puede cambiar, haciendo que los propios senos parezcan caídos. Un ejemplo de este cambio de posición es el “tocar fondo”.
Si los implantes no se apoyan adecuadamente en la bolsa de los pechos, los efectos de la gravedad pueden empujarlos hacia abajo de modo que gran parte del implante acabe debajo del pezón. La sustitución de los implantes o el refuerzo del tejido mamario pueden ayudar a corregir el hundimiento.
Es importante que las mujeres interesadas en el aumento de pecho con implantes sepan que los implantes mamarios que se utilizan hoy en día son seguros y están aprobados por las autoridades sanitarias. Esto es una garantía de que no habrá reacciones alérgicas o de rechazo cuando se inserte el implante en los senos. Además, la silicona que constituye la cubierta de los implantes de solución salina y de gel de silicona es muy bien tolerada por el organismo. La respuesta normal del organismo, ante un objeto extraño colocado en su interior, será aislarlo de los tejidos circundantes formando una cápsula fibrosa a su alrededor. En raras ocasiones, puede producirse un engrosamiento y endurecimiento de esta cápsula, dando lugar a una complicación denominada contractura capsular que necesita una intervención quirúrgica para ser corregida.
La mejor manera de prevenir el fracaso de los implantes mamarios es planificar bien la intervención, con un completo estudio previo de la paciente, y asegurar la colocación adecuada de los implantes durante la cirugía inicial.
En cualquier caso, si esta cuestión te alarma y quieres saber más sobre si tu cuerpo puede o no rechazar los implantes… Desde Cirugía Estética Castro Sierra somos especialistas en cirugía de aumento de pecho y contamos con una tasa de éxito muy elevada. Te aconsejamos que contactes con nosotros para poder disipar cualquier tipo de duda, tanto las que se puedan plantear sobre la cirugía como en el post operatorio. Primera consulta gratuita, llámanos sin compromiso. r los implantes?
Que nuestro cuerpo pueda rechazar los implantes de pecho es una de las mayores preocupaciones que nos suscita una operación de aumento de pecho. Una de las primeras preguntas o primeros miedos. Estos pueden aflorar antes de llevar a cabo nuestra cirugía de pecho, es saber si nuestro cuerpo rechazará los implantes.
Es totalmente natural pensar en qué ocurrirá una vez dos cuerpos “extraños” sean implantados dentro de nosotros. Pero hemos de tener la plena seguridad y certeza que a día de hoy la fabricación de implantes así como su colocación es un gesto totalmente inocuo y aséptico para el cuerpo. Unos implantes construidos con materiales que impedirán que nuestro cuerpo pueda tener algún tipo de rechazo hacia ellos.
El mito de que podemos rechazar los implantes es totalmente falso. Los implantes son neutros al cuerpo. Lo que puede ocurrir es una contractura capsular alrededor del implante. Esto puede hacer que los senos tengan una apariencia de dureza y firmeza. Pero esto tampoco sería un rechazo a la prótesis.
En cualquier caso, si esta cuestión os alarma y queréis saber más sobre si nuestro cuerpo puede o no rechazar los implantes… Desde Cirugía Estética Castro Sierra os aconsejamos que habléis con vuestro profesional más cercano para poder aclarar cualquier tipo de duda, tanto las que se puedan plantear sobre la cirugía como en el post operatorio.