Seguro que más de uno ya se ha propuesto (como cada año) hacer más ejercicio en 2017, y como ya se acerca el fin de 2016, es bueno ir planificando la estrategia de cara a que nuestro intento sea exitoso y no nos frustremos cuando veamos que, tras comenzar, seomos incapaces de hacer que nuestro esfuerzo resulte productivo.
En los últimos años se ha producido gran auge en cuanto número de personas que practican ejercicio, así como la intensidad de este: por poner un ejemplo, si bien hace apenas una década quien era capaz de correr durante 10 km era poco menos que un héroe, ahora esta distancia es casi la mínima con la que se encuentran los runners cuando deciden apuntarse a alguna carrera popular.
Pero, ¿ha de poder más el corazón que la cabeza, y nos debemos lanzar a la calle o al gimnasio pensando que nuestra sola voluntad derribará todas las adversidades que se nos presenten? realmente, caeríamos en un error si así lo hacemos: el sedentarismo precedente, la edad, el resultado esperado…son factores a tener muy en cuenta antes de comenzar a hacer ejercicio “en serio”.
Lo primero, hay que señalar que no es lo mismo un esguince leve que un problema grave relacionado con el corazón, por ejemplo; es aconsejable que si la intensidad del ejercicio va a ser relativamente grande, procedamos a realizarnos exámenes médicos que nos aseguren que ninguna dolencia o fallo pretérito nos vaya a jugar una mala pasada durante la práctica de ejercicio.
Si esos exámenes confirman un buen estado de salud, ya podremos elegir la actividad física o deporte que más nos interese y convenga. En muchas ocasiones, por ejemplo, se aconseja la natación para los problemas de espalda, o el ciclismo a personas que tienen problemas en las articulaciones ya que estas sufren menos al no existir impacto con ninguna superficie. Estas actividades, así como correr, caminar, tienen muchos beneficios cardiovasculares, y están especialmente indicados si es la salud lo que realmente te importa.
Hay que señalar que, si vienes de un periodo de inactividad física prolongado, has de incrementar la carga paulatinamente, respetando siempre los descansos para que los músculos se recuperen de manera adecuada, ya que intentar coger un “atajo” y saltárselos puede provocarnos una lesión y un nuevo periodo de inactividad; no tengas prisa, pues el sistema cardiovascular se adapta mucho mejor al ejercicio que el musco-esquelético, por lo que pronto notarás que sientes menos asfixia y podrás ir progresando.
Es importante que el ejercicio se complemente con una alimentación saludable, ya que se producirá una reciprocidad positiva: cuanto mejor sea tu alimentación mejor podrás ejercitarte, y esto provocará que te animes a seguir comiendo sano. Además, si te decantas por el deporte al aire libre, la conciencia colectiva es muy respetuosa con estos hábito deportivos saludables, por lo que podrás complementar unos cuanto kilómetros con ejercicios que te ayudarán a tonificar, pues podemos encontrar en la vía pública aparatos de gimnasia, totalmente gratuitos y con instrucciones de uso.
La práctica de ejercicio te ayudará a mejorar tu salud, y a tonificarte; sin embargo, si lo que te preocupa, además de la salud, es lucir una mejor figura y crees que la medicina estética puede ayudarte a conseguirlo, en Clínica Ruber Castro Sierra te ofrecemos una primera consulta gratuita en la que nos expongas tu caso y asesorarte de la manera más correcta.