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A la hora de realizar una operación estética, una de las preocupaciones más comunes que tienen los pacientes es el postoperatorio. Y según el tipo de intervención quirúrgica que se lleve a cabo, este será más o menos delicado para garantizar un resultado estético final perfecto.
En las siguientes líneas te hablaremos del postoperatorio de una rinoplastia, que es una de las operaciones estéticas más demandadas en la clínica del Dr. Castro Sierra.
Antes de empezar con el postoperatorio, es importante conocer en qué consiste uno de los procedimientos quirúrgicos más realizados en cirugía plástica, la rinoplastia.
Se trata de un procedimiento quirúrgico por el que se modifica la forma de la nariz. De esta manera, se puede reducir o aumentar su tamaño, modificar la punta de la nariz o el dorso, estrechar los orificios nasales, corregir desviaciones o cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior.
Es una intervención muy segura que requiere una notable personalización, pues cada rinoplastia es única. Con esta cirugía se busca amoldar la nariz a la estructura de cada paciente con el objetivo de dotar de armonía y equilibrio al aspecto facial del paciente.
Y hay que tener en cuenta que la estructura facial de cada persona existente es totalmente singular, por lo que las acciones para adaptar su nariz serán diferentes unas de otras.
Además, este tipo de cirugía no son solo para eliminar las imperfecciones estéticas, sino también para corregir algunos problemas congénitos, traumatismos o problemas respiratorios.
Ya que vas a conocer en profundidad en qué consiste el postoperatorio de una rinoplastia, es interesante que conozcas también en qué consiste el preoperatorio. Así, podrás resolver todas las dudas previas a la consulta con tu especialista para realizar la intervención.
De hecho, te explicamos cómo es el procedimiento de la consulta en nuestra clínica cuando recibimos a un paciente cuya intención es hacerse una rinoplastia.
En primer lugar, debes saber que serán varias las consultas a las que tendrás que acudir para someterte a la operación estética. En ellas, se analizan diferentes aspectos para garantizar que el paciente se encuentra en perfecto estado para ser intervenido en un quirófano.
Así, el médico querrá saber toda la información necesaria sobre tu historial médico. Preguntas sobre si estás tomando medicamentos, si padeces algún tipo de enfermedad, como una afección cardíaca o diabetes. Asimismo, necesitará saber si padeces de obstrucciones nasales, si has tenido pólipos, si sufres alergias o si te has hecho alguna rinoplastia anteriormente.
Una vez obtenida toda la información relevante, el especialista realiza una exploración física para identificar la estructura y las características faciales del paciente, para recomendarle qué acciones deben realizarse según los objetivos y las expectativas que tiene el paciente y que le han llevado a tomar la decisión de hacerse una rinoplastia.
Esto tendrá como base de apoyo las fotografías tomadas por el médico para visualizar la nariz desde diferentes ángulos y poder comparar los resultados.
Los cuidados antes de someterse a una operación de nariz son tan importantes como los cuidados para el postoperatorio de la rinoplastia. Dichos cuidados disminuyen la aparición de posibles complicaciones durante la intervención y también evita en gran medida la posibilidad de tener que reprogramar la operación porque el organismo presente un comportamiento inapropiado para ser intervenido.
Por tanto, te contamos qué debes hacer antes de someterte a la rinoplastia:
Además, antes de llevar a cabo una rinoplastia, es necesario que el médico realice algunos exámenes y valoraciones médicas sobre el paciente para ejecutar la cirugía con total seguridad.
Por ejemplo, se efectúa la valoración estética para tener presente el análisis estético de la nariz y las facciones del paciente. Se hace una revisión de la respiración nasal para examinar la intensidad de las respiración e identificar un problema de obstrucción si lo hubiese que se deba corregir en la intervención.
En ocasiones se realiza una rinoscopia para comprobar que el paciente se encuentra en perfectas condiciones para recibir el procedimiento quirúrgico.
Asimismo, se realizan otras pruebas para evaluar las condiciones del paciente, como una radiografía de tórax, electrocardiograma, análisis sanguíneos, de orina, etc.
Y para las 24 horas antes de la intervención, debes encontrarte en ayunas, bien descansado o descansada y tener preparado todo lo necesario para el postoperatorio.
Una vez finalizada la operación de rinoplastia se saldrá del quirófano con esparadrapo (si solo se corrige la punta de la nariz) o con escayola (si se corrigen los huesos nasales).
El postoperatorio de la rinoplastia es fácil y nada complicado, como podréis leer:
El esparadrapo habrá que mantenerlo puesto una semana y en el caso de la escayola serán 10 días. Hay que tener muy en cuenta que tanto el esparadrapo como la escayola no se pueden retirar sin conocimiento del Dr. Castro Sierra en la Clínica de Estética Castro Sierra. Esto se debe dejar a las revisiones previstas para estos cometidos.
Una de las características de esta operación es que es una intervención indolora. No hay dolor en el postoperatorio. Lo que sí habrá es una inflamación de la zona debido a la anestesia local y el paciente notará como una sensación de congestión nasal.
Dicha inflamación puede ir acompañada, durante las primeras 24 horas, de algunos hematomas, moratones, molestias y dolor de cabeza que pueden contrarrestarse con la medicación indicada por el especialista.
Además, para facilitar una rápida recuperación, a lo largo del primer día el paciente deberá mantenerse tumbado con la cabeza elevada. Tras dos o tres días, notará que la hinchazón y los hematomas alrededor de los ojos habrán llegado a su máximo y es normal que en los primeros días se sufran ciertos sangrados de la nariz.
Aunque el paciente presente un aspecto un poco castigado por la intervención, la realidad es que la mayoría de los pacientes se sienten bien a los dos o tres días de postoperatorio. De hecho, la inflamación de su rostro desaparece, normalmente, a los 10 días de la operación, justo cuando se retira la escayola y el paciente puede comprobar el resultado final con mucha más fiabilidad.
La operación de rinoplastia no conlleva ningún tipo de límites en la vida diaria del paciente. Una vez que llega a su casa, durante el período en el que el paciente mantiene el esparadrapo o la escayola y a partir del momento de su retirada, se puede hacer vida normal.
Los pacientes deben tener en cuenta que si les entran ganas de estornudar, pueden hacerlo, pero con la boca abierta permitiendo que el aire salga con facilidad.
Al igual que en cualquier postoperatorio, hay que atender especialmente a ciertos cuidados, como evitar ciertos golpes en la nariz o no exponerte directamente al sol, que en el caso del postoperatorio de la rinoplastias debes evitarlo alrededor de ocho semanas.
Y, por supuesto, si el paciente nota alguna molestia que no haya sido mencionada por el especialista o le duele algo más de lo normal, es crucial acudir a la clínica estética para tratar el problema en consulta y solucionarlo cuanto antes.
Para poder conocer el aspecto estético definitivo de la nueva nariz hay que tener paciencia y esperar unos seis meses, coincidiendo con la quinta revisión en la Clínica Ruber. Es una recuperación lenta, incluso puede pasar desapercibida, pero es muy importante llevar a cabo todos los consejos que le de el cirujano.
En la Clínica del Dr. Castro Sierra contamos con cirujanos plásticos perfectamente cualificados para llevar a cabo este tipo de intervención sin inconvenientes. De hecho, la rinoplastia es una operación bastante sencilla de realizar y casi no surgen complicaciones a la hora de llevarlas a cabo.
Aún así, como en cualquier tipo de intervención quirúrgica existen algunos riesgos como infecciones, sangrados o reacciones a la anestesia.
La probabilidad de sufrir estos inconvenientes disminuye en gran medida si se siguen las indicaciones e instrucciones del especialista al pie de la letra, tanto antes como después de la operación de nariz.
Como paciente, es habitual sentir preocupación por posibles cicatrices que oscurezcan el resultado final. Sin embargo, con este tipo de operación las cicatrices no son un problema ya que estas son internas o imperceptibles en el caso de haber llevado a cabo una rinoplastia abierta.
La única señal que puede indicar que una persona se ha sometido a una operación así es la posible aparición de unos pequeños puntos rojos que se producen por la rotura de los vasos sanguíneos, pero son prácticamente inapreciables.
Y en el caso de aparecer alguna otra imperfección, siempre se puede evaluar y corregir en otra intervención si es necesario y habiendo pasado los seis meses.
Si estás planteándote realizarte una operación de nariz, como ves el postoperatorio de una rinoplastia no debe preocuparte, ya que se trata de un procedimiento casi indoloro que puede llevarse con bastante facilidad.
Aún así, lo conveniente es acudir a nuestra clínica para que uno de nuestros cirujanos expertos estudie tu caso para adjudicarte un tratamiento y una intervención completamente personalizada. De esta forma, conseguiremos darle a tu rostro el aspecto facial que deseas.