La formación de grasa en el cuello conocida popularmente como papada desfavorece la estética de la cara y es un problema al que se enfrentan hombres y mujeres con el paso de los años. Ni siquiera el ejercicio, una buena alimentación o las famosas cremas reductoras nos garantizan la desaparición de esta antiestética parte.
Gracias a la cirugía de reducción de papada el resultado es una mejora estética apreciable desde el primer momento y con una sencilla intervención. Sólo con anestesia local se realiza un incisión en la unión de la mandíbula y el cuello. A continuación se succiona esta grasa con una cánula delgada y por último se pasa el láser por debajo de la piel. Gracias al calor intenso del láser se mejorar la firmeza en esta zona.
Otro de los posibles casos de reducción de papada es que la barbilla del paciente sea pequeña, en cuya situación se utiliza un implante de mentón para crear uno más prominente.
La reducción de papada es una cirugía plástica muy sencilla, que permite volver a tu rutina habitual después de 3 ó 4 días.
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