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A pesar de que cada vez es más amplia la oferta de cirugía estética, abarcándose disciplinas y técnicas que antes no conocíamos, la operación de aumento de pecho sigue siendo la técnica más demandada por las pacientes: el busto femenino es símbolo de feminidad, y hay quienes optar por aumentar su talla, aunque también existen otras técnicas como la reducción, si la paciente tiene un tamaño de pecho que derive en problemas de salud, o la elevación, elegida en muchas ocasiones después de la lactancia.
Ante tal demanda, es conveniente resolver algunas preguntas acerca de estas intervenciones para, de ese modo, poder ir a visitar al especialista en base al conocimiento de la problemática que engloba la intervención:
Es posible, pero no probable; en Clínica Ruber sólo trabaja con los mejores implantes, asegurando su fiabilidad.
Es muy poco probable la rotura de las prótesis de las mamas. Los implantes que utilizamos en la Clínica Ruber están garantizados de por vida contra la rotura y el rechazo.
Las prótesis de silicona mantienen su forma una vez implantados, por lo que no habría más que sustituirlas. Además, haciendo un seguimiento de su estado, se pueden detectar posibles roturas, si este excepcional caso de diera.
Al alcanzar altura, dentro de un avión los parámetros de presión son más elevados, pero las consecuencias para los implantes son insignificantes, y desaparecen en apenas un par de días.
Estudios recientes han constatado que los niveles de silicona en la leche materna de pacientes con implantes no es superior a la de mujeres que no los tienen. Si se producirse alguna inflamación en los senos debido a una mastitis, lo recomendable es informar al doctor de este hecho.
Desde luego no lo es. Lo realmente importante es gozar de salud para poder afrontar tanto esta como cualquier otra cirugía, de carácter estético o general.
Las pautas han de ser dictadas por el doctor, pues cada paciente es diferente, y conviene un análisis personalizado de cada caso; es fundamental proteger la incisión del sudor, así como de la exposición al sol. Sin embargo, se podría decir que el periodo de inactividad intensa se situaría en torno a las cuatro o seis semanas.
Esperamos que estas respuestas encajen con vuestras posibles dudas, y os recordamos que Clínica Ruber Castro Sierra os da la posibilidad de resolver esta y otras incógnitas con una primera consulta gratuita en la que nuestro cualificado personal os asesorará de forma completa.