Índice
En términos generales, el sol tiene un efecto nocivo sobre cualquier tipo de cicatriz, la razón es que se puede producir una hiperpigmentación permanente, oscureciendo la zona tratada y dejando una señal claramente visible. En el caso de la rinoplastia, estos efectos suelen ser aún más evidentes, debido a que la nariz está expuesta al sol de forma permanente.
La exposición a la luz solar genera un estímulo de la pigmentación en nuestra piel, esta es la razón por la que en verano nos ponemos morenos, sin embargo, este efecto se atenúa con el paso del tiempo y la pigmentación recupera su tono natural. En el caso de las zonas que han sido recientemente tratadas y presentan cicatrices y señales similares, la hiperpigmentación puede no ser temporal, en estos casos la piel expuesta a la luz ultravioleta se oscurece, evitando que la cicatriz desaparezca.
Otra de las razones por las que debemos evitar exponer la piel al sol tras una intervención quirúrgica es que la zona está especialmente sensible, y por lo tanto es susceptible de quemarse. En cualquier situación es importante evitar quemaduras provocadas por el sol, pero en el caso de personas que se han sometido a cirugía recientemente, es fundamental evitar quemaduras.
Si la zona no se protege convenientemente lo más probable es que la cicatriz se oscurezca. Es posible revertir en parte este efecto mediante la aplicación de procesos dermatológicos, pero será imposible que la cicatriz desaparezca por completo.
En el caso específico de las personas que se someten a una rinoplastia, la piel del rostro es en términos generales muy sensible, debido a que es menos gruesa que la piel del resto del cuerpo, además está más expuesta, y por tanto recibe el impacto de rayos ultravioleta de forma continua. Una rinoplastia en verano no es una intervención absolutamente desaconsejable, pero será imprescindible tomar algunas precauciones, como las que analizamos a continuación.
El postoperatorio de una rinoplastia es más complejo, pero en este caso nos vamos a centrar exclusivamente en las acciones que debemos tener en cuenta para evitar la aparición de cicatrices permanentes.
Toda cirugía va a generar una zona cicatricial sobre la zona intervenida. La razón es que el propio cuerpo reacciona sobre las incisiones, el organismo genera una cicatriz que permite cerrar la herida de forma natural, sin embargo, es habitual que la piel adquiera un tono diferente, que haga que la cicatriz sea percibida.
Si la rinoplastia es cerrada, la intervención se lleva a cabo desde la parte interior, por tanto las señales se van a generar de forma exclusiva en la parte interna de la nariz, y no van a ser visibles. Esto no quiere decir que no debamos cuidar la zona, también en rinoplastias cerradas es importante revisar el proceso postoperatorio y en lo posible, procurar que la cicatriz desaparezca.
El tejido cicatricial en rinoplastias abiertas se ubica en la zona inferior, en una posición que si bien es poco visible, sí puede ser percibida si no se trata correctamente. Como indicamos anteriormente, la propia piel va a renovar el tejido sobre el que hemos intervenido, dejando una cicatriz que al principio puede ser visible, pero que con el tratamiento adecuado puede desaparecer en pocos meses.
Una de las situaciones más peligrosas tras una intervención de rinoplastia es la posibilidad de infección. En verano existen más posibilidades de que se produzca una infección sobre una cicatriz nasal, siempre que se perciba pus, sangre o cualquier tipo de fluido alrededor de la zona, será importante consultar de inmediato con un especialista, que sea capaz de determinar si la zona está infectada.
En ocasiones los síntomas de infección no se localizan específicamente sobre la zona intervenida. La aparición de episodios de fiebre sin motivo aparente también es una señal de posible infección. Ten en cuenta que cuando aparece una infección, el cuerpo combate las bacterias y por lo tanto, es más propenso a sufrir fiebres.
Los consejos que analizamos anteriormente no solo nos van a permitir reducir la apariencia visible de las cicatrices en la nariz, además van a reducir las probabilidades de infección durante los meses de verano.
Otro hecho clave en la desaparición de una cicatriz de rinoplastia son las alergias. En los meses de primavera y verano proliferan las alergias a las gramíneas y similares, lo cual provoca que la zona cicatricial sufra contactos continuos.
También es importante tener en cuenta las alergias a medicamentos y en general, a cualquier compuesto que incluya el proceso operatorio y postoperatorio. Es muy importante que el paciente o la paciente informe al especialista médico de las alergias que puede padecer.
Respecto a las alergias de los meses de primavera y verano, es recomendable que las personas especialmente sensibles a este tipo de episodios se sometan a esta intervención una vez pasados los meses de mayor auge de este tipo de alergias.
En algunas ocasiones, una persona que se ha sometido a una rinoplastia en verano y ha seguido los consejos médicos puede presentar una señal permanente, o una zona que se ha oscurecido y permanece visible.
Es posible actuar sobre una marca visible mediante procedimientos de cirugía, sin embargo, antes de optar por esta opción es imprescindible contar con la opinión del cirujano que ha llevado a cabo la primera intervención, debido a que debe pasar un tiempo prudencial entre la rinoplastia y la corrección quirúrgica de la cicatriz.
El proceso para eliminar una cicatriz depende del tamaño, la gravedad y la ubicación de la señal. En el caso de la rinoplastia, la cicatriz queda en la base de la nariz y su tamaño es muy reducido, por tanto, existen muchas posibilidades de que la marca desaparezca mediante un procedimiento quirúrgico.
El proceso se lleva a cabo en la mayoría de los casos mediante la aplicación de un láser, capaz de suavizar las marcas que han quedado en la epidermis, suavizando las irregularidades cutáneas. Lo que conseguimos es que la piel se renueve en sus capas externas, generando una superficie visible sin marcas aparentes. Es importante indicar que normalmente, los tratamientos con láser se llevan a cabo en varias sesiones.
Además del láser, existen otras opciones que se adecúan a casos especiales.
Además de los aspectos que hemos analizado anteriormente, son muchas las condiciones que pueden darse ante una intervención de rinoplastia y el posterior proceso de cicatrización. Es responsabilidad del cirujano llevar a cabo la intervención procurando generar una cicatriz lo más reducida posible, y llevar a cabo un seguimiento postoperatorio que satisfaga al paciente una vez finalizado.
Por otra parte, el paciente debe tener en cuenta siempre la opinión del cirujano y seguir sus recomendaciones. Respecto a la rinoplastia en verano, el propio cirujano tiene en cuenta la época y las condiciones del paciente para llevar a cabo un proceso adecuado, pero algunas cuestiones dependen directamente del paciente, como por ejemplo la exposición al sol durante los meses posteriores a la rinoplastia.
Una rinoplastia comienza con un proceso preoperatorio en el que se exponen las condiciones previas y el paciente asimila las implicaciones del proceso. Es importante que en esta primera fase el especialista médico exponga todas las características de esta intervención, y que el paciente tenga en cuenta la información recibida.
En la clínica estética del doctor Castro Sierra somos especialistas en intervenciones de rinoplastia. Nuestro equipo valora todos los aspectos que pueden intervenir en el resultado de la operación, desde la época del año en la que la llevamos a cabo, hasta tu estado de salud general, para asegurarte en cualquier caso el mejor resultado. Si tienes alguna duda acerca de esta intervención en concreto, o quieres reservar tu primera cita, contacta con nuestra clínica y ponte en las mejores manos.